sábado, 12 de noviembre de 2011

Sobre cortarse el pelo, ser de izquierda y darle importancia al que dirán


Sobre cortarse el pelo, ser de izquierda y  dejar de darle importancia a lo que digan los demás.
Por Fabián González Hernández.
Hoy un compañero me comentó que cuando me conoció yo le parecí muy pro, muy de avanzada, con mi pelo largo y mis actitudes rebeldes, pero después me conoció más y le ha parecido encontrar en mí actitudes de alguien más de derecha. Que ahora que ando de skin-head mi personalidad está más acorde con mi apariencia. En su momento no respondí nada al caso, pero la idea me quedó rondando la cabeza. Según yo, he regido mi vida girando lo más posible a la izquierda, y ahora alguien me juzga como derechista. Con toda probabilidad el comentario iba cargado de mala intención, y quien me lo dijo no es quien para juzgar mis actitudes de avanzada ya que si yo soy derechista él me dice quítate que ahí te voy, pero  dejando fuera eso y haciendo análisis de conciencia, tal vez lleve su parte de razón. ¿Me puedo considerar a mi mismo como de izquierda, de avanzada? ¿Qué es ser de izquierda? En este mundo consumista y materialista, ¿Quién puede aventar la primera piedra?
Antes, ser de izquierda implicaba tener ideas a favor de un sistema comunista, socialista o igualitario, como quieran llamarle, o por lo menos sin diferencias tan aberrantes económicamente entre las personas. Sin embargo la Unión Soviética estalinista con la anuencia y el apoyo de occidente, se encargó de desprestigiar un modelo de estado basado en esta idea. Porque ahora ¿Quién está a favor del socialismo, comunismo, igualitarismo o como quieran llamarle?  Muchos que se dicen socialistas tal parece que lo hacen para desprestigiar al socialismo (Ver a varios de los llamados “activistas” que lejos de sumar restan). En México el líder “histórico” de la izquierda pertenece a una de las familias con mayor alcurnia dentro del sistema político mexicano. El PAN y el PRD están pactando una alianza. Carajo, y a mí se me juzga con tendencias derechistas.
 Debo preguntarle bien al profesor a que se refiere. O dejarle de dar importancia. Pero me pesa. Y es que en el fondo tiene razón. Nunca me convertí en el que mis ideales exigían. He sido  izquierdista en el discurso pero poco en la práctica. Porque ser de izquierda, en todo caso, implica una renuncia al egoísmo y una disposición al sacrificio por los demás. Y yo me sacrifico, pero pequeñoburguesamente: por mi familia, por mis pequeñas comodidades. Es cierto, a través del arte, con mi disco, mi novela y mis títeres he intentado transmitir mensajes a favor de este sentir, pero no con gran intensidad, en buena parte culpa mía, pero también del mundo de hoy que desprecia estos mensajes.
Porque ser de izquierda implica mayor reto y es menos cómodo que asumirse de derecha. Implica amar al enemigo y estar dispuesto a sacrificarse también por él. Implica vencer al egoísmo, aún a costa del propio peculio. Y teniendo hijos es muy difícil. Más en este mundo donde, o te procuras tu beneficio o alguien te comerá el mandado. Donde ser chingón es ser de derecha y ser pendejo es ser de izquierda. Donde el que es pura miel se lo comen las abejas. Donde hasta los paladines de la izquierda cobran un sueldo y ganan dinero por serlo. ¿No es una contradicción enriquecer el bolsillo propagando ideas a favor de la repartición de la riqueza?
 Pero se me olvidaba que repartir la riqueza al parejo ya no es ser de izquierda. Entonces ¿Qué es ser de izquierda?  Ah, si, Lopez Obrador, Lula, Evo, el modelo nacionalista. El de un capitalismo menos rapaz, más “populista”. Ahora a lo que aspiramos es a que a través del gobierno pudiéramos ponerle un freno a la rapacidad de nuestras clases poderosas. Ya tan solo aspiramos a cobrar los impuestos que no pagan desde hace años las grandes compañías trasnacionales y los grandes ricos locales. A sanear un poquito las finanzas del estado para que le llegue algo de dinero al pueblo. A que a través del gobierno mendiguemos con firmeza lo que los supermillonarios están obligados a dar. A no tener un gobierno que funge como testaferro de los intereses de los poderosos y de las trasnacionales. En fin. 
¿Desde cuando que no tenemos un Che? Respuesta: 42 años. ¿Quién está dispuesto a tomar la estafeta? En mi vida solo he conocido a una persona, que se decía de izquierda, cuyos actos y palabras no se contradijeron, hasta donde yo supe, y ese fue Antonio Lee Chong. Pero es el único. ¿Quién más está dispuesto a sacrificar una parte de su sueldo y a renunciar a la posibilidad de una plaza de carrera que le haría ganar 80,000 pesos mensuales en pro de sus ideales? ¿Quién, aun viendo que es el único que lo hace, viendo a todos formarse, llámense de izquierda derecha o centro, en la fila del progreso?
Porque en el CCH, en sus inicios, preponderaba entre los profesores la tendencia a identificarse con alguna corriente de izquierda. Aunque había de todo, muchos eran militantes de los diferentes partidos políticos que por aquel entonces había: PCM, PRT, PMS, etc, y en términos generales se identificaba a la personalidad del profesor ceceachero como rojillo. Ahora ¿Qué ha pasado? El modelo de categorías en el que nos manejamos es completamente derechista, lo más alejado a una concepción igualitaria de la vida. Y lo más raro, que esta desigualdad se consiguió a partir de una lucha de los profesores de bachillerato, principalmente del CCH, por conquistar los mismos derechos laborales de los profesores de nivel Facultad.
Irónicamente esta conquista, este triunfo que se consiguió hombro con hombro dentro de un modelo en el que todos los profesores ganaban más o menos lo mismo, vino a ser la causa de que se dejara de ver cada vez menos por el interés general y se pasara a ver cada vez más por el interés  particular, al implementarse un modelo en el que solo unos cuantos pasaban a ser profesores de élite, y los demás se quedaban en la fila, esperando “a que salgan las plazas”, juntando papeles para hacer un gran “expediente” que me permita ganar el “concurso”, quedando bien con las autoridades para que den un buen “informe” sobre mi labor académica. Y, al ser estas plazas fruto hasta cierto punto de un movimiento de “izquierda”, no es raro encontrar profesores con pasado izquierdista, que ahora ganan diez o veinte veces más que los profesores de “asignatura”. Y es irónico por que encontramos profesores de asignatura de “derecha” y profesores de carrera de “izquierda” con una tendencia hacia el mundo al revés. Y el único que se mantuvo firme, y denunció desde un principio este sistema perverso y no se formó en la fila del “progreso” aún pudiendo hacerlo fue, que yo sepa, Toñito Lee.
En fin, que tal vez esto de ser de derecha o de izquierda ya no esté de moda. Ahora eres hipie, o de avanzada. Tal vez tenga que preguntarle al susodicho profesor que es lo que entiende por “de avanzada” y  que por “De derechas”. En fin. Que a lo mejor las palabras no son suficientes. Porque el ideal de la libertad, igualdad y fraternidad como condiciones para regir una sociedad justa solo se manifiestan como derechos entre las élites. Porque confundimos el ser con el tener y entonces ¿Quién es igual a Carlos Slim? Porque Slim, aparte de ser el hombre más rico de México es el ídolo del país pues ¿Quién no quisiera ser como él? Porque yo, aunque me diga de izquierdas, también quisiera ser millonario y por eso no hago nada por afectar el patrimonio de Slim.  Porque tal vez el maestro que me hizo el comentario solo me estaba tomando el pelo, pero me dio en mi mero mole, pegándome en mi ego interno, que se alimenta con  este ser “de izquierda” que yo he intentado venderle al mundo y que me duele no haber logrado de manera plena. Por que “somos” a través de los demás, aunque nos cueste admitirlo y nuestro sueño más deseado es volvernos invisibles y escuchar como nuestros conocidos hablan bien de nuestra persona. En fin. Valga el presente escrito como examen de conciencia. (Y también como catalizador de buenos pensamientos hacia mi yo, que es muy de izquierdas, se los juro)
P.D: Un saludo al profesor Carlos Chavez Montalvo sin cuyo comentario no me hubiera puesto a escribir.

8 comentarios:

  1. No sé quien diablos eres... ni tú tampoco quien soy yo, pero es de apreciarse que es muy buen relato. Un gran saludo!

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  2. Gracias por el comentario. Me alientas a seguir escribiendo.

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  3. Fabian!!! solo me deja algo que decir esto, dos cosas, primero, el sistema está corrupto hasta la medula, y segundo, tu cabello largo era la onda

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    1. Gracias por la lectura y gracias por los ánimos, que algún dia volveré a tener el valor de dejarme la greña.

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  4. fabian soy charly me recuerdas alumno tuyo del cch

    pues primero que nada solo diria sin animos de intrometerme en algo mas haya solo se tu que vas bastante bien siendolo exitos y saludos al mejor maestro que he tenido en cch sur...

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    1. Claro que te recuerdo, si hasta me dejaste herencia con tu carnal. Gracias por tus palabras charly, y te deseo mucho éxito y a ver cuando nos vemos, que a mi hijo también le gustaria verlos.

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  5. Me dio hueva leerlo todo profe, me gusta más su prosa. Soy Jair y fui su alumno, gracias por tan gratas palabras, frases y sus espontáneas bromas ...porque todavía hay poetas-... Y ese libro de casi 200 años haha. Saludos. En fin, leeré todas sus líneas.

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    1. Gracias por tu comentario . Por que todavia hay quien aprecia a los poetas y eso los hace tambien poetas. Suerte y mis mejores deseos.

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