¿Es el CCH un proyecto
romántico? Yo estaría inclinado a decir que si, por que en buena medida su
proyecto original es fruto de una época en la que la voluntad de los hombres estaba
movida más por los intereses de la comunidad
que por los de la individualidad, y el CCh surge como bastión para
ayudar a la justicia dándole oportunidad de estudiar a más seres humanos. Pero
primero debo definir el término “Romanticismo”, que es una corriente de
pensamiento, sentimiento o voluntad humana, que tiene su clímax a finales del
siglo XVIII con dos acontecimientos políticos que marcan su curso: La
independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa. En el romanticismo da
inicio políticamente el nuevo paradigma, que quita a la iglesia como centro de
la vida del hombre, y pone en su lugar a la libertad, la razón, al hombre
mismo, convirtiéndose los estados nacionales en herederos del antiguo
paradigma.
El Clasicismo pone las bases para
el nuevo paradigma, con los enciclopedistas franceses y la pasión por la ciencia,
la razón y la verdad oculta tras el paradigma de la iglesia católica, pero el
salto al vacio no se da hasta la muerte de los reyes franceses a manos del
pueblo, o tercer poder, que surge como poder hegemónico y se acaba imponiendo,
de una u otra forma, en todo el mundo, sobre los otros dos, en muchos casos sin
destruirlos, en otros si, como Lenin con los zares o Mao convirtiendo en
jardinero al emperador siendo las guerras de liberales contra conservadores que
se dan en toda Latinoamérica, ejemplo este enfrentamiento al nivel de la
periferia.
La revolución francesa, con
muerte del rey incluida es de los acontecimientos políticos más importantes en
los últimos 5000 años, debido a la radicalidad de su proceder, que se comió a
sus mismos hijos y que al final de cuentas no pudo realizar un paradigma tan
distinto al anterior, siendo Napoleón el ejemplo de lo que digo, quien se
autoproclamó emperador, colocándose él solito la corona, no dejando que el Papa
lo hiciera, pero proclamándose emperador al fin. La comuna de Paris y el primer
Napoleón significan la vanguardia del romanticismo, que a nivel de la vida
humana común y corriente se traducen en un periodo en que se cimbran las bases
del sistema político y dejan de ser los derechos de nacimiento las únicas razones
por las que un hombre puede llegar hasta las más altas esferas del Poder.
En Rojo y Negro Sthendal ejemplifica con la vida de Julian Sorell el
caso de un hombre que a pesar de los pesares fue aceptado en las altas esferas del
poder, y esto en buena medida a la época que le tocó vivir, que entre otras
cosas cuestionaba la inferencia de Dios en asuntos del corazón, y hay una
guerra entre lo que manda el Padre confesor y lo que siente Matilde, quien se
ve obligada por la iglesia a perjudicar a Julian, pero luego se arrepiente y le
da mayor importancia a lo que siente su corazón, sin importar las consecuencias
sociales.
Y es que el romanticismo es un
salto al vacio, en el que sabes lo que no quieres, sabes de que te quieres desprender,
tal vez sabes lo que quieres pero no sabes a donde realmente vas a llegar ni
como lo vas a conseguir. Como los que decapitaron a los reyes, dieron un salto
al vacio y terminaron decapitados, los que buscan un amor imposible o romantico
es muy posible que terminen en tragedia, ya que tienen que inventar al amor, así
como los de la comuna tenían que inventar al poder, pero el poder no surge de
la nada y es como una serpiente que se muerde la cola, ya que para mantener el
poder es necesario traicionar los principios por los que a veces se llega a él,
y su conservación constituye una traición a los principios por los que se
supone se detenta ese poder, como el caso de Benito Juarez, quien en nombre de
defender a la patria aprobó el tratado Mclean-Ocampo, que prácticamente
regalaba el Ismo de Tehuantepec a los estadounidenses.
Entonces pues, el romanticismo es
un sentimiento que se propala posterior a las revoluciones, momento cumbre de
la libertad humana, ya que permite soñar con nuevos mundos posibles que podrán
surgir a la caída del régimen que se está aboliendo. Y volviendo a la pregunta
del principio de si el CCH es o no un proyecto romántico, vemos que, en buena
medida esta institución es fruto de la revolución de los sesentas, que si bien
no le cortó la cabeza a ningún rey, si representó un cambio en la vida de los
seres humanos en muchos aspectos: en el sexual, el cultural, familiar, etc, y
el CCH era parte de las demandas que exigía esta nueva sociedad que se podía
formar a partir de esta revolución, que con el descubrimiento de la penicilina
terminó con la Sífilis, enfermedad de contagio sexual que frenaba las conductas
sexuales con distintas parejas, entre otras enfermedades lo que también provocó
una generación de jóvenes abundante, quienes exigían suficientes oportunidades
de poder estudiar una carrera universitaria, de los únicos medios decentes de
asenso social y económico en México. Otro cambio significativo que se dio en la
revolución de los sesentas fue que si bien no se derrotó a la autoridad
política de los estados, si se atacó a la autoridad del padre dentro de la
familia, ya que entre otros movimientos se desarrolló el de la liberación de la
mujer o feminismo, que poco mas o menos compete a la mitad de la especie
humana, así como el movimiento de rebeldía juvenil que entre otras cosas
también se rebela en contra de esta autoridad.
La revolución de los 60´s,
reprimida antes de su gestación en México, o tal vez provocada por los poderes
oscuros que nos dirigen, creada en
laboratorio para encontrar su vacuna, marcó bien que mal a nuestras sociedades
para siempre, y el CCH fue fruto de esta revolución y es un proyecto romántico
por que se da en una encrucijada histórica en la que se pretendía cambiar el
mundo y el cch aportaba su granito de arena, por un lado dando la oportunidad
de acceder al estudio de una carrera universitaria a una mayor población, con
los cuatro turnos, y con un paradigma de enseñanza aprendizaje que ponderaba la
acción directa de los alumnos en su proceso educativo, tornando hombres más
sujeto y no tanto objeto de su medio ambiente, que a la vez que se hacían
partícipes en el proceso de su aprendizaje, esto los iba a hacer partícipes en
la transformación de su mundo.
Pero ya sabemos, el proyecto
original no fue llevado a su conclusión, y en vez de 10 fueron 5 CCH´s, y en
vez de 4 ahora son dos turnos, y ya se “descartaron” todos los libros de
Marxismo y cosa que se le parezca de la biblioteca y el realismo se impuso al
romanticismo, y no solo el realismo, el modernismo, posmodernismo y
neoliberalismo que tienen al CCH romántico casi al borde de la extinción
quedando cada vez menos bastiones que defiendan aquel proyecto que tenía entre
sus aspiraciones formar no solo ciudadanos útiles, si no también conscientes de
su entorno, y que en sus primeras generaciones abarrotaban con sus contingentes
las marchas de protesta…
Con el tiempo en CCH fue
perdiendo ese espíritu romántico debido entre otros factores a la invasión de
drogas en las instalaciones de los planteles, que fueron convirtiendo la imagen
del cchero más cercana a la de drogadicto que a la de sedicioso político, y que
con el trabajo de agentes del gobierno se fueron desvirtuado acciones de tipo
político entre la población estudiantil, de trabajadores y de profesores, como
la marcha del 2 de octubre que se llena de provocadores del gobierno, además de
la tendencia, general en la UNAM y en nuestro mundo, de adaparnos al sistema, y
no hacer que el sistema se adapte a nosotros.
Pensamos “el mundo es así y yo
bastante hago con sobrevivir” y nos adaptamos al mundo, y no adaptamos el mundo
a nosotros y pensamos que esto es lo correcto. Lo que quiero decir es que la
UNAM pudiera ser un semillero de cambio en este país donde tanta falta hace. De
la UNAM se pueden sacar los hombres que se
necesitan para mover a México con soberanía y autosuficiencia, pero los
lineamientos políticos de nuestra realidad dictan que de esta institución
salgan Profesionistas que tengan cabida en nuestro sistema económico, es decir:
esclavos del neoliberalismo y no ciudadanos que habiten un país libre y
soberano y entonces labores que debería hacer la UNAM las terminan haciendo
televisa y las compañías trasnacionales, que son por cuyos intereses velan
nuestros gobernantes .